Los que no quieren admitir las abundantes contradicciones y mentiras de la versión oficial y se empeñan en ningunear a los que las denuncian podrían, grosso modo, clasificarse en tres tipos:Los que no ven la realidad porque no se han preocupado de leer informaciones sobre la instrucción, sobre el juicio, sobre las revelaciones de algunos medios... y se basan tan solo en los titulares de la versión oficial difundida por las televisiones y periódicos más poderosos. A estos no les interesa la política ni el país que tengan que sufrir las futuras generaciones. Su filosofía es la de "el que venga detrás que arree" y "camarero, otra de gambas".Los que están en el ajo y saben todo o mucho de lo que verdad pasó pero intentan taparlo con la versión oficial porque para ellos el fin justifica "los medios" y lo que les importa es su agenda de transformar a España y a los españoles en borregos sin principios. (Da miedo pensar que "los medios" en este caso son 192 muertos, más de 1000 heridos y abundante degradación institucional).Finalmente, los que, sí, se dan cuenta de las contradicciones y mentiras del 11-M pero, por miedo, miran para otro lado o bien se auto engañan con tópicos baratos como que remover el tema es desestabilizar el país. El miedo, es a perder sus poltronas en sus partidos políticos, instituciones, empresas... Estos se interesan por la política y es gente que piensa, pero no quieren completar el razonamiento de que con su actitud pasiva están condenando a sus hijos a vivir en un futuro Estado putrefacto, sin democracia real, sin libertades, sin valores, sin Justicia.
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