Los Mossos d'Esquadra han detenido a nueve personas en Reus (Tarragona) por organizar un 'juicio' islamista en una masía, a la que presuntamente llevaron a una mujer en contra de su voluntad y la condenaron a muerte por adulterio
En España existe en nuestra memoria colectiva una dualidad exclusiva en el tema de los moros.
Sí, moros, pues árabes son los de Arabia y que aquí se sepa, los que vienen a trabajar, son del norte de África o como dirían algunos pijos-progres: del Maghreb (que significa Poniente, lo cual en sí mismo no dice nada, porque poniente hay en todo el globo terráqueo).
Hecha esta disquisición, aclaro que el témino "moro" en realidad no es despectivo pues se limita a dar nombre a los que vienen de Mauritania,
de cuando se entendía que ésta abarcaba desde el norte africano hasta las mismas puertas de la selva.
Por tanto, los que dicen que "moro" es un insulto, son unos listillos
"quedabien".
Por otro lado, los moros, nos denominan a nosotros "nasranis", que es
nazarenos, tal y como era Jesús, de Nazareth, lo cual a nadie ofende y a mí personalmente me agrada y me honra.
Aclarado esto, conviene dejar las cosas en su sitio :
El famoso mito de la convivencia y tolerancia de las tres culturas, es eso: un mito, pues incluso en Toledo, lo que se vivía era una especie de sorda sumisión por parte de los cristianos y judíos, que pagaban para que les dejasen vivos, lo demás es puro camelo histórico apoyado por numerosos"rogelios" cantamañanas, que de vez en cuando se pasan por la mezquita de la M30 a recoger su mordida.
Vuelvo a la dualidad de marras :
En España al moro le hemos considerado malo por definición y esto se debe al recuerdo relativamente reciente de las tropas moras que lucharon en el bando nacional, que dejaron muy mala memoria por sus desmanes, superados en cantidad por los que cometieron los no moros, tanto nacionales como rojos y republicanos.
Por otro lado, existe la apología de la cultura mora: Córdoba, Granada,
Sevilla, etc..., como si esto hubiera sido el cuento de las mil y una noches. Es innegable la rica herencia cultural que dejaron aquí en los 782 años de presencia, pero de ahí a santificarlos y añorarlos hay un buen trecho.
Miren ustedes: los palacios y mezquitas eran una cosa y la esclavitud,
pobreza y miseria en que vivían sus propios súbditos moros y los judios y cristianos, era otra. Hoy sigue siendo igual en todos estos países.
Expuesta esta dualidad, típicamente española, es conveniente reivindicar nuestra occidentalidad para no caer en esa bobalicona admiración por lo "árabe" y sobre todo desenmascarar a los que nos bombardean con esos mensajes, pues la mayoría no saben de que hablan y una minoría lo hacen cobrando por ello.
Así que a los que vengan a trabajar honradamente y respeten a España:
El mismo respeto, derechos y obligaciones de cualquier español.
A los vengan a imponernos su delincuencia, religión y hábitos :
Ley, pena y deportación.
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